(En memoria de José Vicente Romero Picher)
Hace unos días se murió un amigo de partidas y
frikadas. Fue un duro golpe tanto para la gente que le conocíamos y jugamos con
él a diversos juegos de mesa o partidas
de rol. Suena raro que el azar de la vida, te arrebate a un compañero de
partidas a la temprana edad de 28 años, sin problemas de salud, con ganas de
vivir,…
El día de su funeral, asistí como haría un buen amigo
y compañero de mesa. Les di el pésame a su familia, a su novia y conocidos. Durante
su funeral, me surgieron varias ideas en mi mente:
·
Si hubiera dicho que …
·
Si hubiera hecho que …
·
Si hubiera sabido que ...
Las conclusiones y las respuestas de estas preguntas,
era una sola palabra: Legado. Cuando te vas o entras en algo nuevo, dejas el
testigo para siguientes que vendrá, ya sea el legado algo físico, idea,
historia, enseñanza, …
Ante esta idea, me pregunto cuál será el legado cuando
me vaya y si alguien cogerá mi legado o el legado de la comunidad de la cual
participo a través de mis hobbies. Es una dura pregunta y te da para
reflexionar. Como toda vivencia, te hace quieras ver el final de la historia,
quieras o no quieras. Al final eres tú, si decides mirarlo con tus ojos o con
los ojos de otras personas. Te toca tomar una serie decisiones como personal y
colectiva con resto un tema o tópico.
Ante esta tesitura, como escritor y jugón aficionado.
Solo se puede hacer una cosa: SEGUIR ADELANTE. Ya no por mí, sino por el legado
de José Vicente, demostrando lo aporta nuestras aficiones ante la sociedad,
nuestro tiempo libre y futuras generaciones que vendrán en el futuro.
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